De acuerdo con las gentes del lugar, Los Alares fue fundado por unos vaqueros de Espinoso del Rey y es sabido que uno de ellos se llamaba Baltasar, quién al parecer era el líder de los demás. Se instalaron a la orilla del río Estenilla, que pasa por la localidad. Donde en la actualidad se encuentra el pueblo, había verdes praderas con manantiales en las que abundaba la hierba. De esta hierba se alimentaban los animales de la zona (conejos, perdices, y otros animales de caza, como ciervos, venados y jabalíes). Estos vaqueros ponían trampas para obtener caza de estos animales, que les servían de alimento. Estas trampas recibían el nombre de "alar", y estaban colocadas estratégicamente. Al día siguiente, el señor Baltasar decía a los otros vaqueros "tenéis que ir a los alares a recoger la caza para el almuerzo". Así repetían todos los días el ir a los alares
Después, estos vaqueros construyeron la primera casa, y fue conocida como la casa del tío Román. Unos monjes del Convento de Guadalupe, tenían el paso de herradura por la localidad, por lo que fundaron un convento en el siglo XVIII, en el que fundían cera de abeja para construir materiales.
Más adelante fue construida la iglesia parroquial de Ntra. Sra. del Pilar, en el siglo XVIII.